QUEBRADA "EL MEDAÑO"
En la costa de Taltal, a unos 90 kilómetros al Norte de este puerto, se ubica una de las tantas quebradas que ascienden el pronunciado talud de las serranías. Se trata de la quebrada del "Médano", a lo largo de unos 5 kilómetros en el curso medio superior de la quebrada a unos 1.300 a 1.700 metros sobre el nivel del mar, se impregnó el ambiente de escenas pintadas sobre las rocas y farellones pétreos de la quebrada, un santuario de grandes proporciones, de arte votivo, en pro de la buena pesca y caza.
Los indígenas de aquel entonces expresaron sus vivencias con técnicas de pintura planta con tintes rojos, en los que se pueden ver escenas de arponeo y arrastre de animales marinos, desde balsa de cueros de lobo, en los cuales aparecen en alguna pinturas, uno y hasta tres tripulantes.
Las especies más distinguibles, corresponden a cetáceos: Calderón negro, cachalatotes y ballenas, lobos de mar, pez espada, pez martillo, tortugas y otros.
La balsa y sus tripulantes son extraordinariamente pequeños, en comparación con el animal. Impera la idea de resaltar el animal y minimizar a su lado al hombre y su obra (balsa).
Lo curioso de las escenas de arponeo de cetáceos es que casi siempre la cuerda va unida a la embarcación, la que arranca de un punto atrás de la aleta dorsal del animal.
- Un cronista y sacerdote de la colonia temprana, llamado Antonio Vázquez Espinoza, relata de la siguiente manera, la pesca y caza de cetáceos, de parte de los pescadores del norte (changos):
"Los indígenas de esta costa se visten de cueros de lobos marinos y de ellos hacen sus barcas o balsas, sobre dos cueros llenos de viento en que salen mar afuera a pescar, porque en aquella costa se hacen grandísimas pescas de congrio, tollos, lizas, dorados, bagres, jureles, atunes, pulpos, etc".
Todos los indios de esta costa, además del sustento referido que tienen de marisco, su principal comida y bebida, es aceite de ballena, que hay cantidad en aquella costa. El indio la espera que duerma, donde llega sigilosamente y le da un lanzazo bajo la aleta, dejándose caer de su balsa, para irse a la orilla a otear donde ésta va a morir (ballena).
QUEBRADA "SAN RAMÓN'
En la parte Norte de Taltal, a unos 5 kilómetros de éste, se encuentra la quebrada, la cual presenta un cauce seco, en el que es posible encontrar cada ciertos tramos, algunos afloramientos de aguas; en este ambiente quebradeño, el hombre primitivo pudo testimoniar la integración hombre-animal (domesticación), en planchones pétreos y salientes rocosas con tintes básicamente rojos, en diferente conjuntos pictóricos, que se distribuyen a lo largo de 19 kilómetros , desde la desembocadura de la quebrada; uno de los conjuntos pictóricos más representativos de este Arte Naturalista y Biomorfo, es el que está relacionado con una figura humana, que además de tener sus brazos extendidos, uno en dirección hacia donde camina y con el otro tiene asido por el hocico a un camélido, detrás del cual se presenta una línea oblicua.
Cabe hacer notar que tanto la figura humana como los animales representados, guardan la relación entre sí, con respecto a la proporción real entre ellos, lo que no ocurre en el Médano, donde el animal se encuentra desproporcionado con respecto a la embarcación y el hombre.
Esta quebrada que se adentra hacia la serranía, específicamente hacia el oasis de Cachiyuyal (Agua Verde), tal vez haya sido una de las rutas de tráfico entre el hombre andino, que intercambiaba sus productos con el hombre de la costa de Taltal, teniendo como punto de encuentro el circuito arqueológico, comprendido entre el gran Conchal del Morro Colorado, pasando por el llano del Hueso Parado, hasta Punta Morada, luego donde desembocaba la quebrada, sector en el cual existen evidencias de cerámicas y objetos típicamente atácamenos e incluso incas.
Museo Augusto Capdeville Rojas. Arte Rupestre Quebrada San Ramón.
Maximino Villarroel Olivares.
ALERO ROCOSO DE LORETO
A 25 kilómetros al norte de la Caleta de Paposo, en el pie de monte que forma la planicie del litoral, específicamente a 200 metros de la Caleta de Loreto, en el afloramiento rocoso, inmediatamente cercano, se ubica un pequeño alero rocoso, cuyo acceso lo forma una gran acumulación de conchas y otros elementos que dan origen a un conchai, en forma de túmulo, que origina una cavidad en cuyo interior se evidencian monocromías planas con tintes rojizos, plasmadas en las paredes donde es posible visualizar la figura de un pez espada, de un mamífero marino (lobo) y una figura bastante abstracta difícil de interpretar.
En el interior de ésta se encuentran aproximadamente 25 pinturas, siendo las que anteceden las más claras para su interpretación.
Este sitio se encuentra relativamente cercano a la quebrada del Médano (nota aparte), pero difiere bastante en cuanto a la temática pero no a su estilo, ya que, no aparecen escenas de caza en las pinturas descritas, sólo figuras de animales individuales.
Maximino Villarroel.